lunes, 25 de marzo de 2013

LA TEOTERAPIA Y EL CORAZÓN HERIDO



Cuántas veces deseamos sinceramente llevar una vida fructífera, tranquila, íntegra, honesta; y sin embargo, somos afligidos por sentimientos de inutilidad, estados de cólera, temores, deseos sexuales  compulsivos, que deseamos cambiar, pero ni el arrepentimiento ni la vida de devoción parecen suficientes.
Cuando las heridas del pasado nos hunden en abismos de angustia, ansiedad o depresión, y demás, no podemos apartarlas con un acto de nuestra voluntad, entonces necesitamos mirar nuestro corazón.

·         El corazón duro nos impide amar
Muchas veces nuestro corazón parece de piedra; nos sentimos impedidos para responder a las necesidades de otros, especialmente cuando requieren nuestro amor y atención. Pero… ¿cómo puede surgir amor de un corazón endurecido a causa de estar lastimado?

·         Señales de un corazón duro
_ Cuando exigimos perfección en nosotros o en los demás
_ Cuando sentimos miedo exagerado por el futuro
_ Cuando surge la soberbia
_ Cuando los deseos y actitudes están mal centrados; pues sólo pensamos en satisfacernos
_ Cuando permanecemos indiferentes a lo que sucede alrededor 

·         Qué hacer frente a un corazón herido
_ El corazón herido necesita curación, es más, puede ser sanado. No es suficiente sanar los malos recuerdos; hay que llegar más lejos, hay que sanar el corazón.
_ El principio básico para la sanidad del corazón es el amor. El alivio vendrá cuando Dios nos permita entender, que él nos ha amado y cuidado desde el momento en que nos dio la vida.
_ Otro aspecto importante es reconocer la necesidad de perdonar
_ Entender que un corazón sano y nuevo no es algo ya completamente hecho, sino que cada día lo debemos renovar, así volverá a ser nuevo  vez tras vez
_ La vida de fe y confianza en Dios nos libera de esa dureza y frialdad en la que cae el corazón herido

lunes, 11 de marzo de 2013

LA TEOTERAPIA Y NUESTRO AUTOCONCEPTO



Todos tenemos una imagen de nosotros, sea buena o mala; de cualquier forma esa imagen afectará nuestro comportamiento, actitudes, productividad y hasta nuestro sentido de realización y felicidad. Existen dos pensamientos populares en el campo de la psicología sobre la auto-imagen que ilustran lo anterior: “somos lo que creemos ser” y “lo que los demás piensan de mí, no es tan importante como lo que yo pienso de mí mismo”.

Tengamos presente que los pensamientos engendran sentimientos, y los sentimientos engendran acciones; de esta forma los pensamientos que nacen de nuestra auto-imagen, afectan nuestras acciones positiva o negativamente.

Quien tenga una imagen de confianza en sí mismo, rendirá al máximo de su capacidad, no así, la persona insegura que carece de confianza. Esto explica por qué muchas personas talentosas fracasan y algunos mediocres triunfan. Esto también explica por qué seres que triunfan, siempre están insatisfechos con sus logros.

·         Áreas de conflicto en la autoaceptación
Existen cuatro aspectos en los que la mayoría de la gente se rechaza:
-       Nuestro aspecto o apariencia externa
-       Nuestras capacidades, habilidades o talentos naturales
-       Nuestro linaje, herencia o ancestro
-       Nuestra herencia social, ubicación social o medio ambiente

·         La importancia de tener un sano autoconcepto
Al tener un autoconcepto saludable, tenemos bienestar emocional, nos sentimos cómodos con nosotros mismos y disfrutamos de paz interior duradera. La persona lleva una vida útil y productiva, piensa con claridad para desarrollar un mejor rendimiento y se concentra en metas definidas con la motivación suficiente para lograrlas.

Además, se enfrentan los problemas de la vida y hay dedicación para resolverlos. La persona no tiene que dividir sus esfuerzos entre atender sus ansiedades interiores, y enfrentar la circunstancia del momento. Puede gozar de los logros obtenidos sin presumir de ellos; se desenvuelve competentemente en la vida porqu sabe que ya “es”, no está tratando de “llegar a ser”.

·         La terapia de Dios
La Teoterapia nos plantea que somos muy especiales para Dios:
-       Dios nos hizo a su imagen y semejanza
-       Dios nos forma mientras dura nuestro peregrinaje por la tierra
-       Cada uno de nosotros es único e irrepetible
-       Dios permite ciertas debilidades en nosotros, para manifestar su amor y poder para superarlas
El plan que Dios tiene para otra persona no es el mismo que tiene para mí, pero él quiere que todos disfrutemos de una vida con sentido y felicidad

martes, 5 de marzo de 2013

LA TEOTERAPIA Y LA IRRITABILIDAD

¿Quién no desea una vida fácil, sin problemas, libre de molestias e irritaciones? Pero cuando vienen los problemas y dificultades, no tenemos una perspectiva clara de cómo responder de una manera adecuada, y consecuentemente sentimos que todo a nuestro alrededor se derrumba.

Debemos entender que siempre vamos a tener problemas y molestias en nuestra vida, por eso, necesitamos aprender a reaccionar de una forma apropiada, ante cada situación.

· Reacciones incorrectas

-Golpear a los demás u ofender con palabras hirientes de menosprecio
-Defendernos: Generalmente cuando alguien nos acusa nuestra primera reacción es defendernos, buscando razones válidas que demuestren lo contrario
-Echarle la culpa a otros: Esta actitud forma parte de la naturaleza del ser humano
-Guardar el enojo en el corazón: Cuando se gurda el enojo, echa raíces que se pueden convertir en odio y amargura
-Ignorar voluntariamente lo que está pasando: Es cuando la persona no mira la dificultad como tal, se imagina una bella realidad, pero la situación es otra. No reconoce el problema

· Enfrentando situaciones irritantes

No podemos escapar de los problemas y situaciones que nos impacientan, no podemos controlar ciertos eventos en la naturaleza, en los demás y hasta en nosotros mismos. Las dificultades forman parte de la vida de todos los seres humanos; son fundamentales para que se forme nuestro carácter y se desarrolle nuestro potencial.
 
Lo primero que debemos hacer es reconocer si fuimos nosotros los que causamos la situación. Es decir, si hemos hecho algo inapropiado o incorrecto que desencadenó la situación y tratar de corregirlo.

Además, busquemos el propósito de Dios en cada dificultad. Es fácil tener paz cuando nada malo ocurre. Por tanto, Dios quiere que aprendamos a tener paz y gozo a pesar de las circunstancias incómodas.