viernes, 8 de febrero de 2013

LA TEOTERAPIA Y LA RESTAURACIÓN PERSONAL


Cuando nos colocamos en manos de nuestro Diseñador y Restaurador por excelencia, nuestro buen Dios comienza un proceso de restauración en todo nuestro ser. Él restaura nuestro ego o personalidad deteriorada por el pecado y el dolor, para que luego podamos disfrutar de las cosas maravillosas que Él ha planeado para cada uno de nosotros desde antes de la fundación del mundo. Cinco características comienzan a aparecer en nuestra vida.

1.         AMOR Y RESPETO PROPIO                                              
El conocimiento del amor y la aceptación incondicional de Dios Padre, nos capacita para amarnos a nosotros mismos, aceptándonos tal y como somos, disfrutando de cómo Dios nos ha hecho, aprendiendo a estar contentos con todas las cosas, sabiendo que Dios no ha terminado la obra que empezó un día en nuestra vida.

2.         ESTABILIDAD Y EQUILIBRIO PERSONAL                        
En Téoterapia, el tratamiento se inicia en el área espiritual y desde ahí, se extiende al alma y por último afecta el cuerpo en forma de salud total. Como resultado, comenzamos a ser transparentes con Dios, con nosotros mismos y con los demás, fruto de que hemos aprendido a enfrentar nuestra propia realidad, partiendo del amor incondicional de Dios

3.         VOLUNTAD FIRME Y DOMINIO PROPIO                     
 Dios nos diseñó para ser dirigidos desde nuestra área espiritual. Él ordena nuestra vida de tal manera que nuestra voluntad es ubicada bajo el control de su Espíritu. De esta manera nuestra voluntad es fortalecida  y aumentará nuestra capacidad para hacer la voluntad de Dios. 

4.         VIDA DE PROPÓSITO Y COMPROMISO                                                    
 Un resultado de tener un concepto sano de nosotros mismos es el deseo de llegar a formar parte del plan de Dios, interesarnos por las necesidades y problemas de los que están a nuestro alrededor. En la medida en que nos dispongamos a ser instrumentos de Dios, en esa misma medida se va dando nuestra propia sanidad.  

5.         VIDA DE ORACION Y COMUNION CON DIOS                
Cuando tratamos con Dios y nuestra vida es de igual forma tratada por El, tenemos la oportunidad de conocer y disfrutar de su  paternidad. Anhelamos estar con Él, y como resultado hay una búsqueda constante con mayor intensidad.

En las manos de Dios y en su presencia nuestra vida es transformada, descubrimos el propósito de Dios día a día, y somos capacitados para vivir la vida sobrenatural a la que El nos llamó. Este proceso de restauración comienza desde nuestra vida interior y se evidencia en una personalidad sana y equilibrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario