martes, 19 de febrero de 2013

RESTAURAR LA RELACIÓN CON NUESTROS PADRES, ES CAMBIAR LA HISTORIA



La única manera de restaurar la relación más importante de nuestra vida es a través del perdón. La acusación a nuestros padres debe convertirse en honra. ¿Cómo acusar a nuestros padres, si ellos también fueron heridos? Ellos fueron formados para actuar como lo hacen o lo hicieron. El pasado de nuestros padres fue el resultado de sus necesidades y conflictos sin resolver.

Por tanto, es nuestra responsabilidad cambiar la historia, siendo héroes silenciosos, transformando las relaciones hostiles de la familia a la que pertenecemos, y, sobre todo, no repetir los errores que tanto criticamos a nuestros padres.

HONRAR, UNA DECISIÓN BENÉFICA
Honrar es sentirse orgulloso de una persona, tener en estima y tener por digno a alguien, es respetar y venerar. Muchas veces decimos venerar y adorar a Dios, pero si no amamos a quienes vemos y tenemos cerca en la tierra, ¿cómo vamos a amar a Dios a quien no hemos visto?

De ahí, que honrar debe ser una decisión, nacida de un corazón que experimenta una profunda relación e intimidad con el Creador y dador de la vida. Vida que ha sido dada a través de dos seres, que tal vez nos abandonaron, pero hoy vivimos y tenemos delante una decisión: los perdono y los respeto aunque no lo merezcan.

Solamente de esta forma, cambiaremos nuestra historia de dolor, y la historia de otros a quienes hacemos daño con los conflictos generados por esa relación vital con nuestros padres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario