La única manera de
restaurar la relación más importante de nuestra vida es a través del perdón. La
acusación a nuestros padres debe convertirse en honra. ¿Cómo acusar a nuestros
padres, si ellos también fueron heridos? Ellos fueron formados para actuar como
lo hacen o lo hicieron. El pasado de nuestros padres fue el resultado de sus
necesidades y conflictos sin resolver.
Por tanto, es
nuestra responsabilidad cambiar la historia, siendo héroes silenciosos,
transformando las relaciones hostiles de la familia a la que pertenecemos, y, sobre
todo, no repetir los errores que tanto criticamos a nuestros padres.
HONRAR, UNA
DECISIÓN BENÉFICA
Honrar es sentirse
orgulloso de una persona, tener en estima y tener por digno a alguien, es
respetar y venerar. Muchas veces decimos venerar y adorar a Dios, pero si no
amamos a quienes vemos y tenemos cerca en la tierra, ¿cómo vamos a amar a Dios
a quien no hemos visto?
De ahí, que honrar
debe ser una decisión, nacida de un corazón que experimenta una profunda
relación e intimidad con el Creador y dador de la vida. Vida que ha sido dada a
través de dos seres, que tal vez nos abandonaron, pero hoy vivimos y tenemos
delante una decisión: los perdono y los respeto aunque no lo merezcan.
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