La necesidad
más grande del ser humano es amar y ser amado, cuando no se suple esta
necesidad, se producen heridas emocionales y sentimientos de vacío, soledad y
orfandad, que necesitan el tratamiento de Dios.
La
imposibilidad de dar y recibir amor, es la característica que prevalece en casi
todos los disturbios mentales y emocionales, y casi siempre, se atribuye a
situaciones vividas en el hogar.
Qué es el impacto de rechazo
Es una
conducta obvia o explícita que transmite a una persona el mensaje de no ser
amado o aceptado. El término “rechazo” está asociado con otras palabras que nos
amplían su significado: negar, repeler, rehusar, desairar, rehuir,
empequeñecer, despreciar, descuidar, aborrecer, etc.
Clases de rechazo
Rechazo evidente
Se da cuando
la persona es despreciada con palabras, actitudes o conductas. Se origina en la
actitud egoísta de los padre de familia o en su incapacidad para amar y
expresar ese amor
Rechazo encubierto
Se presenta
cuando el amor no es expresado de manera significativa, a través de lo que se
hace se envía un o, mensaje diferente del que queremos transmitir. Dentro de
este tipo de rechazo tenemos la sobreprotección; se ama al otro para que muera,
pues se le hace todo, impidiéndole ser independiente
El antídoto para el rechazo
Entender que
fuimos diseñados para ser amados inmensamente por nuestro Creador, nos permite
comprender que ninguna relación humana de amor, por grande que sea, dejará
satisfecha el alma del ser humano; esta satisfacción y plenitud se dará hasta
que nos encontremos con ese amor y aceptación incondicional, pues ese amor hace
que:
-Experimentemos
seguridad de la salud total: espíritu, alma y cuerpo
-Disfrutemos
del amor de Dios sin condiciones, y de una total
aceptación, sin rechazo por lo que ahora somos
-Experimentemos
seguridad del perdón de nuestros pecados
-Aceptemos que Dios guíe
nuestra vida y sigamos sus instrucciones, dadas en su Palabra, la Biblia