lunes, 15 de abril de 2013

LA TEOTERAPIA Y LAS ATADURAS

 

Las personas tenemos hábitos que luego se vuelven modo de vida y que son el resultado de un proceso de aprendizaje. Aunque existen hábitos constructivos y benéficos, también existen otros dañinos, que deterioran nuestra vida y a quienes están nuestro alrededor. Esos hábitos dañinos esclavizan a las personas, las cuales quieren ser libres, pero no logran hacerlo a pesar de sus esfuerzos. Tales conductas dañinas las llamamos ataduras.

Las cadenas de la esclavitud se materializan a partir de los primeros e imperceptibles sometimientos. Cada nuevo sometimiento se convierte en otro eslabón para formar una atadura. En el caso del alcoholismo, por ejemplo, se comienza con un traguito mensual, luego una botella semanal, luego cada tercer día, hasta que finalmente es diario y botella tras botella.

Todas las ataduras están basadas en mentiras, argumentos y razonamientos que defienden las causas por las cuales estamos aferrados a esa costumbres dañinas; algunos hasta dicen, “esto lo dejo cuando yo quiera”, sin embargo, siguen atados y hasta la vida se les va en lo que saben que los destruye.

·         Cómo se forma una atadura

-      Se comienza por un pensamiento
-      Ese pensamiento se vuelve deseo (emoción)
-      La emoción se vuelve una acción
-      La acción que se repite se vuelve hábito
-      Los hábitos se vuelven ataduras (modo de vida)
·         Cómo ser libre de una atadura

Salir de una esclavitud requiere de alguien capaz de entendernos, acompañarnos y guiarnos aún más allá de la muerte. Sólo Jesús puede hacer libre a una persona esclavizada. Por consiguiente, entre más clara sea la visión de Jesús y de lo que hace por nosotros, más sencillo y fácil será depender de él, permitiéndole sanarnos a través de un proceso, que por supuesto, no será fácil, pero que requiere de nuestra disposición y entrega total.

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