La familia es
el ambiente natural imprescindible para todo ser humano, es el entorno vital
para el normal y armonioso desarrollo físico, espiritual y psíquico de cada uno
de nosotros.
En ese entorno
existen dos seres que son determinantes en nuestra vida: papá y mamá. El amor y
la aceptación que ellos nos dan, nos permite experimentar esa sensación de valía
y seguridad.
Al venir a
este mundo se pueden presentar situaciones agradables o desagradables, nuestros
padres al saber de nuestra existencia pueden pensar: ¡Que desastre! ¡No quiero
problemas ahora! ¡Quiero seguir mis planes! O también pueden decir: ¡Que
felicidad! ¡Maravilloso, vamos a tener un hijo! ¡Preparemos todo para su
llegada!
En el caso de
quien es rechazado quedan unas profundas huellas de dolor, las cuales se
manifestarán de diferentes maneras en su vida futura. En el caso de quien es
aceptado por los padres se observarán señales de seguridad y confianza en si
mismo (a).
¿Quiénes necesitan la terapia de Papá?
Pero no
importa cuál haya sido la felicidad o infelicidad que produjo nuestra
existencia, todos necesitamos al verdadero Papá, el que nunca nos dejará, el
que nos ama y acepta tal como somos. Aquel que no espera otra cosa de nosotros,
sino que nos dejemos amar y proteger por él.
¿Quién es nuestro Papá perfecto y completo?
No puede ser
otro que Papá Dios, a quien Jesús vio y llamó “Abba Padre”.
Características del padre perfecto
Dios es
nuestro padre perfecto porque:
·
Nunca nos deja solos
·
Perdona todas nuestras ofensas hacia él
·
Nos da un sentido de
vida
·
Nos ampara quitando
la orfandad
·
Nos espera para
disfrutar de su amor eternamente.